sábado, 29 de octubre de 2011

LAS RELACIONES DE BOLSILLO


Las relaciones de bolsillo. Se denominan así porque uno se las guarda para poder sacarlas cuando le hagan falta. Una relación de bolsillo exitosa es agradable y breve. Podemos suponer que es agradable porque es breve, y que resulta agradable precisamente debido a que uno es cómodamente consciente de que no tiene que hacer grandes esfuerzos para que siga siendo agradable por más tiempo: de hecho, uno no necesita hacer nada para disfrutar de ella. Una relación de bolsillo es la encarnación de lo instantáneo y lo descartable. Pero su relación no adquirirá esas maravillosas cualidades si no se han cumplido antes ciertas condiciones. Es usted quien debe satisfacer esas condiciones. Por lo tanto es sólo usted quien ejerce el control y seguirá ejerciéndolo a lo largo de la corta vida de la relación de bolsillo.La conveniencia es lo único que cuenta y debe evaluarse con la mente clara y no con un corazón cálido. No permita que la relación se escape de la supervisión de su cabeza ni que desarrolle su propia lógica, ni que ocupe otros territorios saliéndose de su bolsillo, que es a dónde pertenece. Vigile cuidadosamente hasta la más mínima alteración de las “clandestinas corrientes emocionales”, clandestinas porque ya no están sujetas al cálculo. Si advierte que aparece algo que no negoció y que no le interesa, ha llegado el momento de seguir el viaje, de modo que mantenga su bolsillo vacío y dispuesto. Muy pronto necesitará poner algo allí y, cruce los dedos, lo hará.

Amor líquido (Zygmunt Bauman)


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